Hoy por hoy las parejas están demasiado ocupadas por el trabajo, lo mas frecuente es que trabajen ambos integrantes de la pareja, llegar a casa implica ocuparse de los chicos, o seguir trabajando o haces tareas domesticas, sumando las preocupaciones por el dinero o por otros compromisos por cumplir.
Con todo esto llegamos para tener relaciones sexuales, sin ganas, sin tiempo, sin energías y aparecen frases como estoy cansado, mañana hay que madrugar, ya es muy tarde, tengo sueño y tantas otras frases más.
Estudios estadísticos de los EE.UU., nos hablan de que 1 de c/ 5 parejas que conviven tienen relaciones sexuales menos de 10 veces al año alarmante no? Lo peor que muchas parejas viven esto como hago natural y un matrimonio sin relaciones sexuales es un matrimonio en peligro.
Muchas veces esto sucede por conocimiento equivocado a cerca del deseo sexual, de las pautas sexuales y de la vida íntima.
A muchas parejas les resulta sumamente difícil pasar de una pareja totalmente sumada en la pasión como sucede en los comienzos, en la etapa de enamoramiento. A una pareja casada que debe ponerle empeño, dedicación, creatividad al sexo.
En muchas parejas esto sucede porque antes de todas estas exigencias no existió una vida sexual satisfactoria y la falta de tiempo, el cansancio son la excusa valida para el empobrecimiento de la vida sexual.
En otros casos esto no es así y realmente no saben como manejar la situación que están viviendo, si bien no hay formulas mágicas, ni para todo es igual, seria bueno en estos casos que cada integrante de la pareja se planteara que lugar le quiere dar en su vida a su vida sexual. Comunicarse con el compañero es de vital importancia para mejorar esto y para comenzar con el cambio. Proponerse al menos una vez por semana, hacer cosas divertidas juntos que le permita la distensión, la intimidad para de esta forma poder acceder a una buena relación sexual.
La vida sexual de una pareja es una construcción de 2 personas que requiere el trabajo de ambos a lo largo de toda la vida de esa pareja y empieza de cero con cada pareja que tenemos. Requiere que se actualicen los gustos, las necesidades, que se ponga la creatividad de ambos y por sobre todas las cosas las ganas de seguir creciendo en este terreno complejo, pero sumamente gratificante y saludable. Una vida sexual plena es sinónimo de buena salud física y mental.
Dra. Patricia Vazquez
